¡Por fin llegó el séptimo capitulo de Kageki Shoujo! Las chicas del colegio han entrando en su periodo vacacional, y por la personalidad que tiene Sarasa, invitó a Ai a su casa, que por supuesto, Ai que es su mejor amiga acepta ir.
Pero Ai sabe que después de la dura crítica del profesor de actuación, Sarasa no ha estado del todo animada como siempre lo está. Y es que, al ámbito artístico es muy duro, y las críticas son mordaces, pues es un lugar de constante descubrimiento, y búsqueda por la belleza.
Sin darse cuenta, resulta que viajaban en el mismo tren que las estrellas de kouka, quienes les explican lo importante que es dentro de la actuación el Fantasma-sensei, como suelen decirle las alumnas. Y porque él solía interpretar al Fantasma de la Ópera, pero debido a un accidente tuvo que retirarse de la actuación. Y da clases para mantenerse cerca del teatro.
Por fin han llegado a la ciudad de Sarasa, y Ai conoce al "novio" de su mejor amiga.
Al ser la primera vez en casa de su "primera amiga" (y verdadera amiga) Ai quiere dar buena impresión, pero en realidad es una chica bastante torpe. Es realmente lindo como la posición de seiza no la puede mantener, pero quiere guardar las apariencias.
Y es ahí donde pronto conoce al "novio" de Sarasa, y éste también la reconoce de JPX. La torpeza de Ai hace que el chico se incomode por lo directo que es Ai, y ella se disculpa de inmediato con el. Hay algo que quiero mencionar aquí y es que Ai, parece estar bien cerca de este hombre, al parecer no todos le desagradan, y probablemente esté trabajando con su odio hacia los hombres, y también hay que recordar que quiere dar una buna impresión a los seres cercanos de su mejor amiga, toda una monada de chica.
Por su parte, Sarasa fue a visitar la tumba de su difunta abuela, mientras le cuenta que una vez más le han dicho que su sueño es "imposible", abriendo una vieja herida en su corazón.
En este capítulo nos cuentan a través de los recuerdos de Akiya, que Sarasa siempre se mantuvo muy cerca del kabuki, un arte milenario de teatro en Japón, cuya tradición es lo más importante, y que tratan de representar a través del tiempo, por lo que es importante venir de una importante casta de actores para tener un lugar en ese mundo. Y Akiya que nos cuenta lo talentosa que era Sarasa en ese mundo, pero que nadie la había dicho a Sarasa que era un mundo sólo para hombres. Y es ahí donde entendemos porque Sarasa suele copiar exactamente los papeles de otras personas, pues es algo habitual en el Kabuki, en donde no se reinterpreta al personaje, sino que se interpreta tal cual es.
Como el mundo del Kabuki es demandante, pronto, un comentario de Akiya produjo que Sarasa se alejara definitivamente del Kabuki que tanto amaba, y en durante ese periodo fue cuando murió la abuela de Sarasa, haciendo sentir profundamente culpable a Akiya.
Y para compensar un poco su anterior falta, Akiya le da un buen consejo a Sarasa, que podría ayudarle en su vida hacía el teatro. Y aparte le regala unos boletos para que vaya a verlo interpretar un papel al teatro Kabuki.
Esta escena es súper bonita, donde nos muestran un poco más el trasfondo artístico de Sarasa. Nos muestran un poco de su pasado, que nos ayuda a comprender un poco más el porque ella quiere hacer a toda costa teatro en el Kouka, ya que al ser imposible en el Kabuki, puede ir y darlo todo en Kouka, pero es obvio que aún le duele no poder ser parte del Kabuki.
Al final Sarasa se despide de su amigo, novio, que al final no le quedó claro a Ai, al ver que no son tan cercanos como ella esperaba. ¡Tienes esperanzas amiga!
¡Mira el séptimo capítulo aquí!
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