¡Y aquí estamos ya, con el quinto capítulo de Shiroi Suna no Aquatope! Recapitulando en el cuarto capítulo nos quedamos con la repentina (ni tanto) llegada de la madre de Fuuka a Okinawa.
Obviamente cualquier madre estaría preocupada si de pronto su hija no regresa a casa, es más, si le mintió en donde se estaba quedando, hasta saber la verdad, pero como todo adolescente, Fuuka no entiende algo tan natural, cosa que Kai sí le dice que sólo su madre se preocupa por ella.
Pero mientras platicaban, Fuuka nota que uno de los peces se comporta de manera extraña, pero antes de poder reportarlo Kukuru irrumpe en la sala, diciéndole a Fuuka que su madre se la quiere llevar de regreso.
Ante la negativa de Fuuka de regresar con su madre, sus nuevos amigos la alientan a seguir huyendo (claro, es lo más sabio), cosa que Fuuka hace. Aquí hay que hacer un comentario, hay que recordar que para Fuuka fue muy duro el tener que despedirse de su sueño, y el regresar a su casa donde sólo le ofrecían ser el espectáculo del pueblo es obvio el por qué Fuuka decidió hacer un viaje para reencontrarse así misma, y aún no estaba lista para regresar.
Kukuru sólo sabe un poco sobre los sentimientos de Fuuka, así que sólo la alienta a que siga adelante, al igual que Kai y se despiden. Por cierto, Kai se veía muy animado con la idea de que Fuuka se fuera, ¿o será sólo idea mía? Hmm...
Ya en el acuario el abuelo de Kukuru lleva a la madre de Fuuka para que se encuentre con su hija, pero ésta no está, y Kukuru miente al decirles que se había ido a comprar unas cosas. Aquí hay que ver la cara del abuelo que no le cree nada, e invita a la madre de Fuuka a ver los animales de mientras.
Pero la madre decide que quiere ir a saludar a su esposa, ya que quería agradecerles por el noble gesto de acoger a Fuuka en su casa, ya que era una completa extraña. Así que Kukuru le avisa a Fuuka para no ser vista en la parada del autobús. Aquí, en esta parte podemos ver como Fuuka se da cuenta que en lugar de avanzar ha retrocedido, ya que en lugar de enfrentar las cosas, lo único que hace es huir, pero es que simplemente aún no está lista para enfrentar a su madre.
Ya en casa los familiares de Kukuru muestran la hospitalidad que caracteriza a los habitantes del sur de Japón, ya que dicen que son de sangre caliente, y suelen ser de costumbres muy diferentes a los del norte, y especialmente los Tokiotas. Y de mientas Kukuru se las ingenia para poder emborrachar un poco a la madre de Fuuka para que se quede un rato más en la casa.
Una vez de regreso al acuario Kukuru se da cuenta que hay un pez actuando extraño, por lo que lo pone en observación.
Por su parte, la madre de Fuuka se encuentra en la casa junto a la abuela de Kukuru, y tienen una muy importante platica, ya que descubre que fue Fuuka quién decidió estar ahí con ellos, trabajando en el Gama Gama Acuario, cosa que tiene un profundo significado para la madre.
Por otra parte, tenemos el opuesto de una madre responsable, pues la madre de "Udonchita" le propone irse a la casa de su hermana, con la condición de que cuando se sintiera mejor le llamara a su madre. No sé, un adulto responsable no alienta a jóvenes a huir de casa, ya que eso no soluciona nada de hecho. Pero bueno, cada quién.
Ya de camino a su nuevo destino, Fuuka recuerda al pequeño pez de la mañana, pez que tiene importancia para ella, y decide regresar al acuario, ya que tiene aún trabajo pendiente.
Pero al llegar se entera que el pez había muerto.
Ahí es cuando Fuuka le dice a Kukuru que aquél pez era muy importante para ella, ya que se identificaba con él, ya que era opacado así como ella fue opacada por las demás, algo muy doloroso para ella, y que Kukuru entendió de inmediato, ya que sólo basta con ver la expresión de Kukuru.
Ya recuperada la madre de Fuuka nuevamente va al Acuario, donde por fin da un vistazo, intentando ver qué era lo que había llamado la atención de Fuuka como para querer quedarse ahí. Y es hasta que la ve trabajando es que entiende que para Fuuka era necesario un tiempo alejada de todo lo que le pudiera recordar ser idol, para poder mitigar el dolor que sentía el ya no poder serlo nunca más. Entendió que ese viaje era necesario para su hija.
Ya con la mente despejada Fuuka le explica lo importante que es para ella el quedarse ahí, junto a Kukuru y los demás, que ahora lo que quería era hacer realidad los sueños de Kukuru, que de esa manera no pensaría en las cosas que la aquejaban. Al ver la resolución de su hija, la madre decide darle el permiso, sólo hasta que empezara el nuevo trimestre.
Al final del capítulo nos hacen énfasis del valor de la familia, del lugar de los padres en cuanto a qué hacer con los hijos, y lo importante que es atesorarlos pero también en apoyarlos para que hagan su propio camino. Hay que hacer mención de la escena donde enfocan el altar familiar donde se ve la madre de Kukuru, y su abuela pensantiva sobre la platica que están teniendo los adultos en esa mesa.
Un capítulo donde se ve la importancia de tomarse el tiempo para poder sanar, la comprensión de la familia y la guía de tus seres queridos para poder tomar el mejor camino, y finalmente, la importancia de la amistad para lograr cosas.
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